Domingo por la tarde, el Betis le aguanta el tipo al Madrid en el Bernabeu... y yo disfruto de lo lindo escuchándolo. Como muchos fines de semana que me quedo en la Corte y Villa, me entrego a la retransmisión de la jornada de liga en Canal Sur radio, la radio de todos los andaluces, y de algunos murcianos, extremeños y castellano manchegos que por proximidad geográfica pillan la señal.
Zapatos automáticos waterproof (Probabilidad de precipitación: 0%. Charcos: ninguno)
Muñequera con pulsometro incorporado.
Luces de 500 lúmenes que iluminan más que el faro de Chipona. (Hora de inicio del paseo, 18:27 de una tarde de octubre, antes de que cambien la hora)
Camelback lleno de Isostar hasta la boquilla (Un camelback es una mochila para llevar agua, en este caso con capacidad para 2 litros).
Cuenta kilómetros con velocímetro, GPS, medidor de altimetría, medidor de la cadencia de pedaleo y 15 funciones más (Destino del paseo: Parque del Retiro).
Timbre tipo ding-dong (En una bicicleta de montaña de 1.300 euros).
A todo ello hay que sumar una fantástica bicicleta Orbea con más cables que un suburbio de Nueva Delhi, es más, para robar esta bicicleta creo que hay que falta hacerle un punte. Que si los de freno, que si el velocímetro, que si los de los cambios, que si el pitorro del camelback...Una autentica maraña con ruedas.
Yo, como de costumbre, visto camisa de rayas (azules), un vaquero y zapatos de loneta. Mi bicicleta, que es la mínima expresión del ciclismo, consta únicamente de chasis, ruedas, cadena, manillar y sillín.... nada más, ni si quiera frenos.
Emprendemos la marcha, reconozco que voy con la duda de si vamos al Retiro o a intentar ganar la Titan Desert...
Suena el "bip" del chat de la BB. Mensaje de mi jefe y vecino: ¿Paseo en Bici?
Aunque el Betis me tiene intrigado no me viene mal del todo un poco de aire fresco. Respondo: Ok
Me pongo en pie, me calzo mis zapatos y trinco mi bicicleta.
Salgo por la puerta en el preciso momento que lo hace mi jefe y vecino, al verle salir ataviado de Marine norte americano camino de Faluya me pregunto si solo vamos a dar un paseo en bici, o si ya de paso vamos a ir a la caza de Osama Bin Laden.
Culote de gore-tex (Temperatura exterior: 27 grados celsius).
Maillot anti sudor con cortaviento impermeable (Probabilidad de precipitación: 0%). Zapatos automáticos waterproof (Probabilidad de precipitación: 0%. Charcos: ninguno)
Muñequera con pulsometro incorporado.
Luces de 500 lúmenes que iluminan más que el faro de Chipona. (Hora de inicio del paseo, 18:27 de una tarde de octubre, antes de que cambien la hora)
Camelback lleno de Isostar hasta la boquilla (Un camelback es una mochila para llevar agua, en este caso con capacidad para 2 litros).
Cuenta kilómetros con velocímetro, GPS, medidor de altimetría, medidor de la cadencia de pedaleo y 15 funciones más (Destino del paseo: Parque del Retiro).
Timbre tipo ding-dong (En una bicicleta de montaña de 1.300 euros).
A todo ello hay que sumar una fantástica bicicleta Orbea con más cables que un suburbio de Nueva Delhi, es más, para robar esta bicicleta creo que hay que falta hacerle un punte. Que si los de freno, que si el velocímetro, que si los de los cambios, que si el pitorro del camelback...Una autentica maraña con ruedas.
Yo, como de costumbre, visto camisa de rayas (azules), un vaquero y zapatos de loneta. Mi bicicleta, que es la mínima expresión del ciclismo, consta únicamente de chasis, ruedas, cadena, manillar y sillín.... nada más, ni si quiera frenos.
Emprendemos la marcha, reconozco que voy con la duda de si vamos al Retiro o a intentar ganar la Titan Desert...
Primer bordillo. Llantazo de mi compañero de ruta. Apenas avanzamos 150 metros y la linterna de 500 lúmenes que hace el día en la noche se descuelga (a consecuencia del llantazo, supongo, se ha roto la sujeción de la linterna al manillar). Nos detenemos varios minutos hasta que conseguimos fijarla con una vil gomilla. Antes de emprender la marcha mi jefe y vecino profiere injurias y calumnias contra el fabricante de la linterna.
Re-emprendemos la marcha. El GPS nos comenta con una voz femenina muy chocante que nos encontramos en la calle Serrano. Este hecho se repite durante los siguientes 5-10 minutos, acompañándose cada intervención de la señorita del GPS por un "Me cachis" de mi jefe y vecino, que como yo, sabe perfectamente que no vamos por Serrano, sino por la Castellana. Si es que tiene cojones, sabremos nosotros por donde vamos y no un satélite de mierda..... [%(=&)···#$!!!!!]. En fin.
Tras tres bordillazos, un conato de caída (parado) por un problema con los pedales automáticos y un alto configurar no se que función del GPS conseguimos llegar al Retiro, en concreto a la puerta que da a la cuesta de Moyano. Para atacar mejor la rampa me pongo de pie sobre los pedales, y en ese momento un sonido de cadenas, piñones, y cambios me hace volver la vista atrás...
Ante la presión de la subida mi primo ha cambiado todas las marchas de golpe y ha conseguido encasquillar la cadena entre los piñones y los radios... "No hay problema" me dice, y a renglón seguido se coloca un guante que saca de un bolsillo del camelback. "Lo tengo aquí para meter la cadena". De lo que deduzco que ni es la primera vez que se le sale, ni sera la ultima...
Yo soy de esas personas que come, caga, viaja, se ejercita, duerme y trabaja con la misma ropa .No siempre con la misa. Me refiero al mismo tipo de ropa, evidentemente me cambio regularmente como todo hijo de vecino. No se si serán cosas mías, pero no termino de entender a los que se disfrazan de campeón del mundo de ciclismo en ruta para ir a la vuelta de la esquina. Es como lo de esos chavales que van de negratas de Queens.... ¡Pues mira no! Tu eres de la Albarizuela de toda la vida, hermano de la Coronación, y alumno de la Salle, y los veranos vas a Chipiona donde, en el mejor de los casos, te pones colorado, ni si quiera moreno. ¿Negro? Un mojón "pa'ti" vas a ser tu negro.
Por cierto, me ha pareció escuchar cierto tumulto a la entrada de mi jefe y vecino en su casa, no se si se le habrá salido la cadena, si se le habrán enganchado los pedales, o si estaba el Doctor Skupa pertrechado entre las cortinas preparado para tenderle una emboscada... en cualquier caso ese es su problema.
Re-emprendemos la marcha. El GPS nos comenta con una voz femenina muy chocante que nos encontramos en la calle Serrano. Este hecho se repite durante los siguientes 5-10 minutos, acompañándose cada intervención de la señorita del GPS por un "Me cachis" de mi jefe y vecino, que como yo, sabe perfectamente que no vamos por Serrano, sino por la Castellana. Si es que tiene cojones, sabremos nosotros por donde vamos y no un satélite de mierda..... [%(=&)···#$!!!!!]. En fin.
Por fin llegamos a Colon. Me siento un poco como el bueno de Cristobal al descubrir las Indias... no en vano llevamos diez minutos a la deriva por la Castellana -la principal avenida de la principal ciudad del país, sin rumbo, perdidos... vete a saber, podríamos haber aparecido perfectamente en la parte de Colon que da a Serrano... menos mal que llevamos GPS (·"%·&"$·).
Antes de cruzar el semáforo Action Man Biker se me queja de que el casco se le dobla. Lo miro y es cierto, se le dobla. Lo lleva como si fuera un sombre cordobés, pero con reflectantes.
Apenas llevamos 30 minutos de paseo y no hemos conseguido avanzar ni tres kilometros... empiezo a inquietarme bastante con mi compañero de ruta, al tiempo que me cuestiono si el Doctor Skuba (el malo de Action Man), nos estará acechando con oscuras intenciones.
Ante la presión de la subida mi primo ha cambiado todas las marchas de golpe y ha conseguido encasquillar la cadena entre los piñones y los radios... "No hay problema" me dice, y a renglón seguido se coloca un guante que saca de un bolsillo del camelback. "Lo tengo aquí para meter la cadena". De lo que deduzco que ni es la primera vez que se le sale, ni sera la ultima...
El paseo prosigue en la misma tónica y sin noticias del Doctor Skuba, emprendemos la vuelta y tras no pocos sobresaltos conseguimos llegar a casa por la calle Fernandez de la Hoz, aún cuando el GPS nos ubicaba en Zurbano... de nuevo, el destino y Buda han sido piadosos con nosotros, y pese a estar desposicionados para el satélite conseguimos volver a casa.
Al llegar me comenta que no esta cansado, que apenas a sudado y que se le ha hecho muy llevadero.
¡¡Los cojones!! Ocho kilómetros de mierda con doscientas paradas y yendo más equipado que el coche fantástico... lo que faltaba es que hubiese sudado... ¡Valiente chufla!
Lo de definirte por la ropa esta ya muy pasado de moda, y además, que para ser ciclista hacen falta piernas no accesorios, igual que para ser negro hace falta tener un "mandao" como un morcón de bellota, y todo lo demás son chuminas y tonterías.
HAY GENTE PA'TÓ
P.D: Al final a mi Betis le han metido cuarto y mitad de morcón...
P.D: Al final a mi Betis le han metido cuarto y mitad de morcón...
